Beverly Hills 90210

Es extraña de explicar la sensación que uno tiene cuando de golpe una se entera que otra persona se encontró con alguna de nuestras archienemigas cosechadas en el secundario.
La ansiedad de que nos cuente todo en ese momento, de querer escuchar que está mal, gorda, fea, hecha mierda, baqueta, etc. Lo único que queremos es maldad que llenará de placer nuestros corazones, casi al borde de un orgasmo de chimentos.
Bueno eso es lo que tuvimos mis amigas y yo estos días. Deben saber que 4 de nosotras, de diferentes cursos y turnos, seguimos juntas después de 10 años…raro no? Pero bueno así somos nosotras, raras pero lindas.
El punto es que una de ellas tuvo el tan lindo encuentro.
Estoy tratando de ubicar a mi amiga desde ayer para que invada mis oídos de cosas feas, de gente gorda, de gente solitaria, de fracasos de otros, de separaciones, y mucho más.
Hace un rato recibí su llamado….no puedo explicar el momento sublime que pasé hoy, y que también pasó otra de las del grupete que la contactó el día de ayer.
Este tipo de cosas nos movilizan a llegar a gastar llamadas a un celular superiores a 20 minutos, sin importarnos el costo, querer hablar con nuestra amiga a toda costa, somos capaz de ir a verla solo para tener 5 minutos de charla que nos devuelvan esa historia negra que queremos escuchar sobre algunas de las protagonistas del encuentro.
Corté la llamada después de 16 minutos exactamente. Y fue lo que creía que sería…el orgasmo chimentero no me falló.
La que quería que estuviera bien, lo estaba.
La que no me importaba tanto, seguía igual, haciendo nada.
Las que eran indiferentes, vivieron cosas lindas, tan mejores y superadas, y me alegro por ellas.
Pero, vos….la que más estás presente…la que hablás en inglés por deporte, la que todas recordamos por mala persona, agrandada y cagadora….estás ahí, donde todas quisimos, queriendo ser algo más de lo que alguna vez fuiste, vistiéndote como siempre (jeans, remerita blanca y sweater gris), hablando como siempre, pero con algo diferente….escuchaste por fin, que todas estas que siempre miraste de arriba, están bien, perfectas, felices y creciendo mucho , mucho , mucho….y vos sin embargo, seguís ahí, viviendo con tus viejos, ahorrando tu platita, y sin más que tu mundo imaginario que nunca te va a pertenecer, ni yendo en barco con el hijo de cavallo, como alguna vez lo creiste.
Que la vida siga así, alimentándonos para demostrarnos además de nosotras mismas, que nuestro camino sigue siendo el correcto.