O nos van a decir que las viejas publicidades de
Eyelit con el
Goyco (o las mas recientes con
Christian *tremenda tabla de lavarrrrrr tenes!* Sancho), o las de
Calvin (aún no nació el modelito de CK al que no queramos secuestrar), están dirigidas a los hombres?!. Pero porrrr favor…..no se dan cuenta del mensaje subliminal de esos afiches?
“mirame purreta…. soy todo lomo, y tengo toda la fibra que vos querés tocar….pero no podés, así que comprale un calzón de estos a tu maridito….seeeeee…no te vas a arrepentir!”Qué hombre sabe el talle de calzón que usa? Qué hombre por voluntad propia ha salido a comprar su ropa interior? Exceptuando claro a los metrosexuales o aquellos que no llegan a serlo pero que cuidan su estética en exceso, estamos en condiciones de afirmar que el 80% de la población masculina….no lo ha hecho jamás!. Los que tienen se los han comprado sus madres o los han recibido como regalo canuto en algún cumpleaños, día del padre, o navidad. Obviamente, con ESOS se quedan y no van por más…resultado: varios calzones *colador* gastados y deformados, invaden SU cajón.
Una de nosotras tiene un marido que visita un vestuario entre 4 y 5 veces por semana por el deporte que practica, y conoce bien a los compañeros de vestuario, porque son del equipo de tooddda la vida de marido…ahora yo digo, tiene que tolerar que los 15 monos piensen que ella es una relajada que lo deja andar por la vida así, siempre con el mismo calzón perforado??? Claro que no!!, pero siguen pasando los años y el nene sigue mostrando su tesoro/cábala ante todo el equipo...
Intentó explicarlo varias veces, logró eliminar a la mayoría “de los intrusos” pero siempre uno o dos quedan dando vueltas…Lleguó a decirle muy seria,...que pensara 2 veces antes de sacar ese restito de tela de la casa…NADA Señores!, no le importa, es el calzoncillo de la buena suerte…se usa!!.
Ya debería haber sabido yo que algo estaba mal cuando para un cumplemes de mi primer novio, le regalé un boxer de
garfield (sí…lo hice, y también me compraba la revista TU…como me lo recordó
big q alguna vez). Se abría un camino de ida en ese momento?
Los invitamos entonces muchachos a tomar el toro por las astas y experimentar la compra de ropa interior. Vayan a conocer su cuerpo, sepan su talle, elijan el material, toquen algodones con lycra y sepan lo que es someterse al espejo inquisidor de un probador con dicroicas (algo que experimentamos anualmente nosotras a la hora de la bikini).
Vamos chicos, Uds. pueden…vayan, háganlo, y después nos cuentan!!